miércoles, 22 de octubre de 2008

Crema de sobras


Ha llegado el frío. Para quedarse.
A veces, para que se encienda el día, basta con empinar la olla.

·Crema de sobras
(para unas tres barbas)

-un trozo de calabaza de unos cien gramos
-una patata
-medio calabacín
-un puerro pequeño
-dos zanahorias hermosas
-sal, pimienta y nuez moscada
-crème fraîche o nata normal o mascarpone o quesitos

Se pelan las zanahorias, la patata y la calabaza. Se limpia bien el puerro. Se cortan todas las verduras en trozos hermosos. Se sofríen en un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra durante unos tres o cuatro minutos. Yo las sofrío en la olla en la que van a cocer y así después sólo tengo que cubrirlas con agua, sazonarlas y dejarlas al fuego durante unos 20 o 25 minutos, a partir de que rompen a hervir, dependiendo de lo grandes que las hayamos cortado.

Una vez cocidas, les quito casi todo el caldo y lo reservo (con mucha enjundia el de esta vez, porque había aprovechao pa cocer en la misma tanda unos cuartos traseros de pollo) y las trituro. Siempre es mejor, en principio, quedarse un poco cortos de líquido y añadirle de la reserva después, que pasarse y encontrarse con un caldete claro irreversible.

Se termina añadiendo nuez moscada y pimienta e incorporando la crème fraiche o la nata corriente o el mascarpone o los quesitos y mezclando bien. Yo le puse crème fraîche.

Y pa acompañar, hice unos picatostes... a la centroeuropea. No fritos en aceite, como en mi casa, sino tostados en una sartén antiadherente con una nuez de mantequilla (y un tiento, pequeño, de aceite, que evita que la mantequilla se queme).

viernes, 17 de octubre de 2008

Nonna Stella

Aquel día de julio tomamos un almuerzo rápido en una hermosa casa triestina justo antes de que estallara una tormenta de granizo cuyo temblor debió de hacer taconear la misma Puglia.

La madre de Pietro preparó espaguetis con judías verdes. Coció las dos cosas en la misma cazuela, aunque las judías las echó un rato antes, y luego lo sirvió todo junto con pesto. Nos dijo que a veces también ponía a hervir una patata tagliata a pezzettini con las judías.

Hoy me acordé de aquello y enseguida internet me regaló a esta abuela fascinante:

miércoles, 8 de octubre de 2008

Tortitas como en las películas


Tenemos un amigo de Quebec. Antes de dejar su país, decidió hacerse con un frasco de jarabe de arce que echó en la maleta con la que emprendió su viaje transoceánico. Porque nunca se sabe cuándo te puede hacer falta.

Por fortuna, es un hombre de corazón grande que no dudó en compartir sus 125 ml de savia canadiense con nosotros, en cuanto forzamos un poco la ocasión.

La forzamos haciendo tortitas de serie americana con una receta alemana, poco concreta, pero exquisita:

-6 huevos
-alrededor de 350 gr de harina
-alrededor de un vaso y medio de leche
-1 cucharadica de levadura en polvo
-1 pizca de sal
-1 chorro de agua con gas
-aceite para la sartén

Mezclar la leche con la harina. Añadir las yemas de los huevos, la levadura y la sal. Acabar con los grumos. Si hace falta más leche o más harina, éste es el momento de añadirla. Montar las claras a punto de nieve. Incorporar las claras a la mezcla. Añadir un chorrico de agua con gas. La consistencia de la masa en este punto debe ser algo densa (casi como la de la masa de un bizcocho antes de meterlo al horno) y muy esponjosa.

Poner una sartén antiadherente y muy poco engrasada al fuego. Cuando esté bastante caliente, echar suficiente masa como para hacer una tortita. Bajar el fuego, tapar la sartén y dejar cocer hasta que se dore por un lado. Destapar, dar la vuelta y dejar cocer por el otro lado (tardará menos) de nuevo con la tapadera puesta.

Para una cantidad tan grande es recomendable servirse de un par de sartenes a la vez. Si se hacen una a una se tarda tanto que la masa, al final, pierde el aire delicioso que la infla al principio.

Servir con jarabe de arce. O con azúcar y limón. O con miel.

¡O con arrope, hodo!

miércoles, 1 de octubre de 2008

Maki sushi de aquella manera


La otra tarde decidimos hacer sushi, aprovechándonos vilmente de los conocimientos de cocina oriental de nuestra compañera de piso... y de sus algas y sus conservas japonesas.

El resultado fue exquisito, umami revuelto con hambre, pero nos pasamos la cuidada estética japonesa por el arco triunfal, que aquí no se tira nada, y quedaron, umm, poco delicados.

La manera de cocer arroz para sushi me la explicó hace tiempo mi amiga Eko. Estará encantada de que la comparta:

Se lava bien el arroz, de grano redondo, hasta que el agua que desprende deje de ser totalmente blanca y nos permita ver el grano. Poner a cocer el arroz con la misma cantidad de agua (si cocemos dos vasos de arroz, pues dos vasos de agua). Cocemos durante 15 minutos a partir de que rompe a hervir, apagamos y dejamos reposar durante 5 o 10 minutos sin quitar la tapa en ningún momento. Después, se extiende el arroz con una espátula, con cuidado de no aplastar el grano, para que pierda el calor.

Ahora, la receta de los maki sushi:

-Salmón ahumado
-huevo
-takuan o rábano daikon en conserva (a la venta en establecimientos especializados)
-pepino
-algas nori
-arroz cocido siguiendo las recomendaciones de Eko

Con los huevos, hacer tortillas francesas muy finas. No debe hacer falta darles la vuelta, así de finas deben ser. Cortar las tortillas en tiras (que haya al menos una tira por cada alga nori, es decir, por cada rollo largo de sushi).

Cortar también el resto de ingredientes, excepto las algas, en tiras.

Extender una capa de arroz sobre el alga nori (con la superficie rugosa del alga hacia arriba). Cuidar de que el arroz llegue hasta el filico superior del alga, para que ese arroz ayude luego a cerrar mejor el rollo. Llevar cuidado en todo momento de no machacar el grano, que no se apelmace.

Poner sobre el arroz una tira de pepino, otra de takuan, otra de salmón y otra de tortilla.

Enrollar el alga con mucho cuidado sobre sí misma(hay quien se ayuda de una esterilla) y asegurarse de que el rollo cierre bien y de que tenga un aspecto sólido.

Cortar los rollos con un cuchillo muy afilado. Nosotros teníamos hambre y sólo cortamos en dos trozos cada rollo, y nos comimos lo feo y todo. Y mojamos en unos tarricos con salsa de soja, un poco de aceite de sésamo y guindilla.