viernes, 22 de enero de 2010

Crema de puerros con manzana


Se me agarró un poco el puerro al dorarlo con la patata antes de ponerlo a hervir para hacer una crema hoy. Creo que fue más un tentar a la suerte subconsciente que un descuido. Y es que, en el fondo, y aunque me maquille de gastrósofa pro verduras al dente, sé bien que, tusturrías, las cosas están mucho mejor.

Bendita desobediencia porque, al darme cuenta de que el puerro tostado iba a amargar la crema, se me ocurrió dorar una manzana en mantequilla y contrarrestar el efecto con tropezones dulces.

Y resulta que la manzana y el puerro tostado son tal para cual.

· Crema de puerros con tropezones de manzana

(para 4 personas:)

4 puerros hermosos
2 patatas medianas
un buen chorro de aceite de oliva virgen extra
3 quesitos
pimienta y sal

para la guarnición:

2 manzanas fuji (u otra variedad que os guste y que no sea verde y ácida)
2 nueces de mantequilla
un chorrico de limón
pimienta y sal

pan
aceite de oliva

Limpiar muy bien el puerro y cortar en rodajas de un par de centímetros. Pelar la patata y romperla en trozos más bien pequeños. Sofreír el puerro y la patata en una cazuela con un buen chorro de aceite. Añadir sal y pimienta y, cuando el puerro esté algo tostado (tras 5-7 minutos), cubrir con agua y cocer durante un cuarto de hora.

Añadir tres quesitos y triturar, retirando antes algo de caldo, si es necesario, para que la crema no quede demasiado líquida.

Mientras, pelar y partir la manzana en cubitos. Añadir las gotas de zumo de limón y dorar en una sartén con la mantequilla, la pimienta y la sal. También hasta que esté algo tostada.

Por otro lado, partir el pan para picatostes y tostarlo en una sartén a fuego vivo con un chorro de aceite.

Servir la crema caliente con los picatostes y los trozos de manzana por encima.

domingo, 17 de enero de 2010

Pésoles y habas

Cuando haces pop... ya no hay stop.



Pésoles y habas tiernos y sus mondas cubren las mesas campocartageneras en navidad.

Ambas vainas son exquisitas recién cogidas y si aún no están granadas.

Pueden, además, dar lugar a combinaciones de lo más creativas. Paqui, por ejemplo, se lleva a veces a la oficina un bocata de blanco con pésoles. O uno de jamón serrano con habas. Y tiembla Dios.

jueves, 14 de enero de 2010

Eggnog



Voy a destiempo y a des-sitio, una vez más. Pero me he documentado y me acojo al calendario juliano, vigente en la Rusia zarista, según el cual hubiéramos cambiado de año anoche... lo que hace convenientemente pertinente la receta que nos ocupa y de paso me permite trasladaros a todos mis mejores deseos para el año nuevo sin retraso indecente.

Este ponche de huevo es algo intrínsecamente ligado a la navidad de EEUU y a la de muchos otros países de Europa central. Es algo que se regala entre vecinos y que se bebe entre paréntesis, en las cocinas llenas de vaho y quehaceres de los diciembres del hemisferio norte.

Éste hubo que meterlo con calzador entre exceso y exceso. Y es que no tiene nada de licor digestivo. Es más un postre untuoso y calórico, que os invito a beber con moderación.

Nuestra receta es una versión de la de Pille, del blog anglo-estonio Nami-nami, que os recomiendo a todos.

Ojalá os guste.

Eggnog o ponche de huevo

(para un litro aprox.:)

4 yemas grandes
100 gr de azúcar
500 ml de leche
1 vaina de vainilla
1 palo de canela
1 brick de los pequeños de nata para montar
4 cucharadas de bourbon
4 cucharadas de ron añejo
nuez moscada recién rallada para servir

En un cazo grande, poner a fuego suave la leche con la vaina de vainilla y el palo de canela, prolongando la infusión al máximo sin que la leche llegue a hervir (si es necesario, retirar del fuego y devolverlo a él cuando haya perdido temperatura, para comenzar de nuevo el proceso). La idea es que la leche tome el máximo sabor posible de la canela y la vainilla.

Mientras, batir las yemas con el azúcar hasta que dupliquen su volumen.

Una vez lista la infusión de leche, y casi tibia, ir incorporando una parte de ésta a las yemas, sin dejar de removerlas. Poner toda la mezcla de nuevo al fuego (suave) hasta que espese. No debe hervir y estará listo cuando la mezcla tome cierta consistencia de natillas.

Apartar, retirar la canela y la vainilla (tras haber raspado bien la vaina), incorporar la nata, removiendo de nuevo, y dejar enfriar un poco. Añadir el whisky y el ron cuando esté templado y embotellar.

Se sirve muy frío y con nuez moscada rallada por encima.