miércoles, 1 de octubre de 2008

Maki sushi de aquella manera


La otra tarde decidimos hacer sushi, aprovechándonos vilmente de los conocimientos de cocina oriental de nuestra compañera de piso... y de sus algas y sus conservas japonesas.

El resultado fue exquisito, umami revuelto con hambre, pero nos pasamos la cuidada estética japonesa por el arco triunfal, que aquí no se tira nada, y quedaron, umm, poco delicados.

La manera de cocer arroz para sushi me la explicó hace tiempo mi amiga Eko. Estará encantada de que la comparta:

Se lava bien el arroz, de grano redondo, hasta que el agua que desprende deje de ser totalmente blanca y nos permita ver el grano. Poner a cocer el arroz con la misma cantidad de agua (si cocemos dos vasos de arroz, pues dos vasos de agua). Cocemos durante 15 minutos a partir de que rompe a hervir, apagamos y dejamos reposar durante 5 o 10 minutos sin quitar la tapa en ningún momento. Después, se extiende el arroz con una espátula, con cuidado de no aplastar el grano, para que pierda el calor.

Ahora, la receta de los maki sushi:

-Salmón ahumado
-huevo
-takuan o rábano daikon en conserva (a la venta en establecimientos especializados)
-pepino
-algas nori
-arroz cocido siguiendo las recomendaciones de Eko

Con los huevos, hacer tortillas francesas muy finas. No debe hacer falta darles la vuelta, así de finas deben ser. Cortar las tortillas en tiras (que haya al menos una tira por cada alga nori, es decir, por cada rollo largo de sushi).

Cortar también el resto de ingredientes, excepto las algas, en tiras.

Extender una capa de arroz sobre el alga nori (con la superficie rugosa del alga hacia arriba). Cuidar de que el arroz llegue hasta el filico superior del alga, para que ese arroz ayude luego a cerrar mejor el rollo. Llevar cuidado en todo momento de no machacar el grano, que no se apelmace.

Poner sobre el arroz una tira de pepino, otra de takuan, otra de salmón y otra de tortilla.

Enrollar el alga con mucho cuidado sobre sí misma(hay quien se ayuda de una esterilla) y asegurarse de que el rollo cierre bien y de que tenga un aspecto sólido.

Cortar los rollos con un cuchillo muy afilado. Nosotros teníamos hambre y sólo cortamos en dos trozos cada rollo, y nos comimos lo feo y todo. Y mojamos en unos tarricos con salsa de soja, un poco de aceite de sésamo y guindilla.

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