miércoles, 8 de octubre de 2008

Tortitas como en las películas


Tenemos un amigo de Quebec. Antes de dejar su país, decidió hacerse con un frasco de jarabe de arce que echó en la maleta con la que emprendió su viaje transoceánico. Porque nunca se sabe cuándo te puede hacer falta.

Por fortuna, es un hombre de corazón grande que no dudó en compartir sus 125 ml de savia canadiense con nosotros, en cuanto forzamos un poco la ocasión.

La forzamos haciendo tortitas de serie americana con una receta alemana, poco concreta, pero exquisita:

-6 huevos
-alrededor de 350 gr de harina
-alrededor de un vaso y medio de leche
-1 cucharadica de levadura en polvo
-1 pizca de sal
-1 chorro de agua con gas
-aceite para la sartén

Mezclar la leche con la harina. Añadir las yemas de los huevos, la levadura y la sal. Acabar con los grumos. Si hace falta más leche o más harina, éste es el momento de añadirla. Montar las claras a punto de nieve. Incorporar las claras a la mezcla. Añadir un chorrico de agua con gas. La consistencia de la masa en este punto debe ser algo densa (casi como la de la masa de un bizcocho antes de meterlo al horno) y muy esponjosa.

Poner una sartén antiadherente y muy poco engrasada al fuego. Cuando esté bastante caliente, echar suficiente masa como para hacer una tortita. Bajar el fuego, tapar la sartén y dejar cocer hasta que se dore por un lado. Destapar, dar la vuelta y dejar cocer por el otro lado (tardará menos) de nuevo con la tapadera puesta.

Para una cantidad tan grande es recomendable servirse de un par de sartenes a la vez. Si se hacen una a una se tarda tanto que la masa, al final, pierde el aire delicioso que la infla al principio.

Servir con jarabe de arce. O con azúcar y limón. O con miel.

¡O con arrope, hodo!

2 comentarios:

Raúl dijo...

¡Qué alegría entrar a tu blog y ver que ya hay unas cuantas recetas!, tan bien explicadas además.

"Todo mi desprecio por la cultura en general como máscara lo aparco cuando se trata de la comida. La única máscara que acepto de buen gra es la cocina" (Pepe Carvalho. M.V.M)

Ana dijo...

¡Gracias por nutrir el blog con esa cita estupenda!