
Todos tenemos un trozo de memoria inventada. Cosas que se han revuelto con nuestros recuerdos, circunstancialmente, pero que no nos pertenecen del todo.
Uno de los tesoros de mi memoria inventada son los canelones de mi abuela Pura. Mi padre siempre los sitúa entre los platos más deliciosos de mi abuela. Yo jamás los probé, pero pensar que pudieron superar a otras exquisiteces suyas que sí tuve la suerte de conocer, como los huevos a la nieve o el paté de hígado y cacahuetes, le da alas a mi imaginación.
Los canelones de mi abuela Pura son para mí, por tanto, el más suculento de los recuerdos inexistentes.
Yo también hago canelones, a veces. Y, entonces, siempre me "acuerdo" de lo bien que le salían a ella.
· Canelones de pollo y setas:
(Para dos con buen hambre o tres con peor)
un cuarto trasero de pollo
2 cebollas medianas
unos 100 gr de setas (yo últimamente utilizo
chestnut mushrooms; no sé cómo se llaman en español, pero son una especie de champiñones, menos anodinos, más asilvestraos)
perejil
unas 7 placas de lasaña (de las que no necesitan cocción y se ablandan en agua caliente antes)
bechamel al gusto (yo creo que le pongo alrededor de medio litro)
queso rallado
sal
(Recordar poner las placas de lasaña en agua caliente siguiendo las instrucciones del fabricante con vistas a que estén maleables cuando el resto del plato esté listo y así evitar esperas.)
Cocer el cuarto trasero de pollo. Se puede utilizar pollo que haya sobrado del cocido, por ejemplo.
Picar muy fina la cebolla y sofreírla con un par de cucharadas de aceite. Cuando esté transparente, añadir las setas, también cortadas muy finitas. Echar sal y esperar a que la sal haga salir los jugos y la farsa cambie de color.
Deshuesar el pollo cocido y picar muy fina la carne. Añadirla a la farsa y tenerlo todo a fuego medio durante un par de minutos. Incorporar también el perejil picado y apartar.
Por otro lado, tendremos lista la
bechamel.
Añadir un par de buenas cucharadas de bechamel a la farsa para que quede melosa.
Extender un poco de bechamel en el fondo de una fuente no muy grande. Ir formando canutillos rellenos de farsa con las placas de lasaña blandengues. Cubrir todo con bechamel y queso rallado cuando hayamos terminado.
Meter en el horno a 180ºC durante unos 25 minutos o hasta que esté dorado.