jueves, 14 de enero de 2010

Eggnog



Voy a destiempo y a des-sitio, una vez más. Pero me he documentado y me acojo al calendario juliano, vigente en la Rusia zarista, según el cual hubiéramos cambiado de año anoche... lo que hace convenientemente pertinente la receta que nos ocupa y de paso me permite trasladaros a todos mis mejores deseos para el año nuevo sin retraso indecente.

Este ponche de huevo es algo intrínsecamente ligado a la navidad de EEUU y a la de muchos otros países de Europa central. Es algo que se regala entre vecinos y que se bebe entre paréntesis, en las cocinas llenas de vaho y quehaceres de los diciembres del hemisferio norte.

Éste hubo que meterlo con calzador entre exceso y exceso. Y es que no tiene nada de licor digestivo. Es más un postre untuoso y calórico, que os invito a beber con moderación.

Nuestra receta es una versión de la de Pille, del blog anglo-estonio Nami-nami, que os recomiendo a todos.

Ojalá os guste.

Eggnog o ponche de huevo

(para un litro aprox.:)

4 yemas grandes
100 gr de azúcar
500 ml de leche
1 vaina de vainilla
1 palo de canela
1 brick de los pequeños de nata para montar
4 cucharadas de bourbon
4 cucharadas de ron añejo
nuez moscada recién rallada para servir

En un cazo grande, poner a fuego suave la leche con la vaina de vainilla y el palo de canela, prolongando la infusión al máximo sin que la leche llegue a hervir (si es necesario, retirar del fuego y devolverlo a él cuando haya perdido temperatura, para comenzar de nuevo el proceso). La idea es que la leche tome el máximo sabor posible de la canela y la vainilla.

Mientras, batir las yemas con el azúcar hasta que dupliquen su volumen.

Una vez lista la infusión de leche, y casi tibia, ir incorporando una parte de ésta a las yemas, sin dejar de removerlas. Poner toda la mezcla de nuevo al fuego (suave) hasta que espese. No debe hervir y estará listo cuando la mezcla tome cierta consistencia de natillas.

Apartar, retirar la canela y la vainilla (tras haber raspado bien la vaina), incorporar la nata, removiendo de nuevo, y dejar enfriar un poco. Añadir el whisky y el ron cuando esté templado y embotellar.

Se sirve muy frío y con nuez moscada rallada por encima.

1 comentario:

CRIS dijo...

Yo lo encuentro delicioso mientras los grados centígrados se mantengan bajos y se necesite más confort y mantitas,abrá espacio para un eggnog bien especiado y cargadito, por favor!.
Un beso