Aquel día de julio tomamos un almuerzo rápido en una hermosa casa triestina justo antes de que estallara una tormenta de granizo cuyo temblor debió de hacer taconear la misma Puglia.
La madre de Pietro preparó espaguetis con judías verdes. Coció las dos cosas en la misma cazuela, aunque las judías las echó un rato antes, y luego lo sirvió todo junto con pesto. Nos dijo que a veces también ponía a hervir una patata tagliata a pezzettini con las judías.
Hoy me acordé de aquello y enseguida internet me regaló a esta abuela fascinante:
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Hola Ana, me alegro mucho de que te haya gustado la crostata.
Enhorabuena por tu blog casi recién estrenado. Un beso.
Muchas gracias, Canny. No sabes cuánto me alegro yo de que pases por aquí...
¡Un abrazo!
Publicar un comentario